Los humanos y los
gatos poseen un rango de audición similar. Sin embargo,
los
gatos pueden oír sonidos a tonos mucho más altos,
incluso mejor que los perros.
Pueden escuchar 2 octavas más alto que los humanos y una octava y media más
que los perros. Cuando están escuchando algo, sus orejas rotan en esa
dirección. Pueden rotar las orejas independientemente para precisar el
origen del sonido efectuado a casi un metro, con un margen de error de 7,5
centímetros. Cuando detectan un sonido fuerte es muy probable que salgan
asustados y si no llega a ser tan fuerte simplemente repliegan las orejas
hacia la nuca. Fuente