Treinta y dos músculos
individuales en la oreja le permiten oír direccionalmente.
Puede mover cada oreja independientemente de la otra.
Gracias a esta capacidad, puede mover su cuerpo en una dirección y apuntar
sus orejas en otra. La mayoría posee orejas rectas y erguidas: a diferencia
de los perros, las
razas con orejas caídas son extremadamente raras (la raza Scottish Folds
es una de las excepciones por mutación genética). Cuando está enfadado o
atemorizado, instintivamente reclinará sus orejas hacia atrás, cubriendo los
canales auditivos. Fuente