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La gracia de sus posturas y de sus formas, así como su agilidad y su
elegancia recuerdan a las bailarinas indonesias. Algunos clubes
independientes europeos lo denominan
Mandarín. El Oriental de pelo largo tiene un manto pigmentado por
completo y los ojos generalmente verdes, como el de pelo corto. Esta
raza está poco difundida, al menos en Europa. Frecuentemente, estos
animales están en manos de criadores que ya han trabajado con el Oriental de
pelo corto.
Estandar
Los estándares aceptan que tenga un tipo oriental marcado: cuerpo largo y
esbelto, sin que la anchura a la altura de los hombros sobrepase la
existente a la altura de la cadera. Los miembros son largos con una osamenta
fina y los posteriores son más altos que los anteriores. En lo referente a
la cabeza, la cara forma el clásico triángulo isósceles que culmina en unas
orejas anchas en la base y puntiagudas en el extremo.
El perfil es rectilíneo desde la parte superior del cráneo hasta la punta de
la nariz, sin pinch ni stop. Los ojos almendrados están ligeramente
inclinados sobre una línea paralela a la de los carrillos. Tiene la cola
larga y delgada en la punta como la del Siamés y la del Oriental de pelo
corto. La característica más importante del
Oriental de pelo largo con respecto a estas razas ancestrales la
constituye su pelaje semilargo sedoso, un poco más alargado en las partes
declives y en la cola. El
Mandarín no debe tener un sub-pelo demasiado tupido. La longitud del
pelo del cuerpo tiende a redondear las formas, de modo que da la impresión
de tener un tipo longilíneo menos acentuado que su homólogo de pelo corto.
Carácter y cría
En esta
raza se encuentran, lógicamente, los principales rasgos de carácter de
los gatos de tipo oriental, especialmente los pertenecientes a los
Siameses y a los Orientales de pelo corto. En la versión colourpoint,
los
gatitos nacen blancos y la pigmentación va apareciendo progresivamente a
lo largo de la primera semana de vida. Fuente
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