Debido a su naturaleza nocturna, frecuentemente entran en un período de
hiperactividad y alegría por la tarde, apodado vulgarmente como "locura de
la tarde", "locura de la noche", "la hora del gato loco" o "demencia de
media hora" por algunos científicos.
Su temperamento puede variar dependiendo de la raza y la sociabilidad del
animal. Los de pelo corto tienden a ser delgados y activos, mientras que los
de pelo largo generalmente son más pesados y menos enérgicos.
Normalmente, su temperatura corporal ronda entre los 38 y 39 °C Se considera
que tiene fiebre si su temperatura es mayor a los 39,5 °C, o baja si es
menor a los 37,5 °C (hipotermia). Comparativamente, los humanos tienen una
temperatura corporal aproximada de 37 °C. El ritmo cardíaco de un gato
doméstico normalmente se encuentra entre los 140 y 220 latidos por minuto,
dependiendo ampliamente de cuán excitado está el animal. Cuando descansa, en
promedio, el ritmo cardíaco oscila entre los 150 y 180 latidos por minuto.
Patas
Una creencia popular sostiene que siempre aterrizan sobre sus patas -lo cual
hacen generalmente-; durante una caída, un gato puede girar y enderezar por
reflejo su cuerpo utilizando su sentido del equilibrio y su gran
flexibilidad. Se denomina reflejo de enderezamiento a esta capacidad en
común de los gatos, con la notable excepción de algunas razas que carecen de
cola, ya que la utilizan para conservar el momento angular y preparar su
caída.
Al igual que los perros, son digitígrados: caminan directamente sobre los
dedos de sus patas. Son capaces de caminar minuciosamente, ya que todos los
felinos colocan su pata trasera casi directamente sobre la huella de su pata
delantera correspondiente, minimizando el ruido y el rastro visible. Esto
también proporciona la sensación de terreno firme para sus patas traseras
mientras caminan a través del terreno. Mientras que las patas delanteras
tienen cinco dedos, las traseras sólo poseen cuatro.
Como muchos depredadores, tienen garras retráctiles. Este término es erróneo
debido a que, en una posición relajada, las garras están cubiertas por la
piel que rodea las almohadillas de los dedos. Esto es para conservar
afiladas las garras, previniendo el desgaste por contacto con el terreno.
Sólo estirando o golpeando a la presa con las patas logran tensar los
tendones que las operan, forzando así la extensión de las garras. Fuente
Compartir este articulo : | | | | |
VER PRODUCTOS PARA TU MASCOTA AQUÍ
|